Actualmente, las empresas alemanas están centrando sus esfuerzos en reclutar a profesionales extranjeros, p. ej., del ámbito CTIM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) o de la medicina (médicos, enfermeros y auxiliares de geriatría). Quien quiera trabajar en el extranjero, debe convalidar sus títulos y cualificaciones profesionales, y es posible que sea necesario traducirlos. Lo mejor es preguntar siempre a la autoridad correspondiente, que en Alemania suele ser el Bundesverwaltungsamt (BVA) (para profesiones de la Administración Pública alemana) o el Zentralstelle für ausländisches Bildungswesen (ZAB) (para el resto de profesiones). Además, se necesita un permiso de residencia y de trabajo, que también debe traducirse.
Si estas autoridades solicitan una traducción realizada por un traductor jurado en Alemania, nosotros podemos encargarnos de ello. Infórmese antes en el organismo competente acerca de qué documentos debe traducir, incluidas posibles certificaciones y apostillas previas para los documentos originales (p. ej., original con certificación previa o copia certificada). Consulte también en qué formato debe presentar la traducción ante las autoridades (p. ej., por separado o unida al original).
A continuación le mostramos a modo de ejemplo un proceso de traducción de un título del alemán a un idioma extranjero, apostilla/legalización incluida:
- El original o la copia certificada debe llevar una certificación previa de la autoridad/escuela/universidad o de la autoridad regional competente. (En Baviera el responsable es el Gobierno, mientras que en el resto de estados federados se ocupan de ello otras autoridades; aquí encontrará una lista: https://www.bva.bund.de/DE/Services/Unternehmen-Verbaende/Compliance-Recht/Apostillen-Beglaubigungen/_documents/Info_Beglaubigung_Kachel.html;jsessionid=59C8283A684C17C505E59EFB4580BDD4.intranet232).
- El original con certificación previa o la copia certificada se traduce. El documento original/la copia certificda y la traducción se unen de forma inseparable.
- El tribunal regional competente certifica la firma del traductor en la traducción (según el país de destino, se llama «apostilla» o «legalización»).
- El documento traducido vuelve al BVA, donde recibe la certificación final.
- Después de la certificación final, el documento se puede presentar a la representación del país correspondiente para legalizarlo.
- ¿Tiene alguna pregunta al respecto?
¡Llámenos! - +49 89 67989548