La interpretación es la transmisión de un texto emitido de forma oral de un idioma a otro, por ejemplo, un discurso. Sin embargo, hay distintos tipos de interpretación; en este artículo vamos a hablar sobre dos de ellos.
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Interpretación consecutiva
La interpretación consecutiva es la transmisión oral de un texto hablado tras la intervención del orador. Esto significa que, durante varios minutos, el intérprete tiene que tomar notas antes de interpretar lo que se ha dicho. Como el intérprete dispone de poco tiempo, debe utilizar una técnica especial para tomar dichas notas. La dificultad reside en que, mientras lo hace, también tiene que concentrarse en el orador. Además, es necesario que el intérprete reproduzca en orden cronológico lo que se ha dicho en otro idioma, así los oyentes pueden seguir mejor el mensaje. A todo ello habría que añadir también la capacidad de representación del intérprete, que suele acompañar al orador sobre el escenario.
Interpretación simultánea
En comparación con la interpretación consecutiva, la modalidad simultánea es la transmisión oral y directa de un mensaje de un idioma a otro. En este caso, el intérprete no tiene tiempo de pensar en lo que ha escuchado, puesto que habla en paralelo al orador. Con el fin de evitar que surjan confusiones en las grandes conferencias en las que se interpreta en varios idiomas, se utilizan cabinas de interpretación. Estas cabinas cuentan con micrófonos y auriculares, de modo que el público puede escuchar con sus propios auriculares el discurso interpretado en los distintos idiomas. Por lo general, un intérprete simultáneo realiza su labor durante unos 30 minutos seguidos y después se cambia con un compañero, que le releva durante otros 30 minutos. La duración máxima de un servicio de interpretación es de seis horas al día (con pausas). Por tanto, si tiene intención de organizar una conferencia con interpretación, tenga en cuenta su duración para saber cuántos intérpretes se necesitan para cada combinación de idiomas.
Seguro que alguna vez se ha sorprendido por el precio de un presupuesto de interpretación. ¿Tanto dinero por tres horas de trabajo? Puede que esa sea su primera impresión, pero, si lo analiza con detenimiento, se dará cuenta de que el intérprete no solo presta sus servicios durante su intervención. Antes debe analizar minuciosamente el tema que se va a interpretar, ya que con frecuencia se trata de vocabulario técnico que no pertenece a su vocabulario habitual. Esto significa estudiar, estudiar y estudiar. Dependiendo de la duración y la dificultad de un servicio de interpretación, puede que necesite varias horas o incluso días para prepararse. Una vez adquirido el vocabulario, lo siguiente es el encuentro con el cliente (los gastos de viaje corren a cargo del cliente). Ahora es cuando empieza el trabajo propiamente dicho, la interpretación. En este contexto, en el cerebro tienen lugar unos procesos sumamente complejos. Hay que memorizar y comprender lo que ha dicho el orador, filtrarlo y, finalmente, reproducirlo en el idioma de destino, todo ello en un tiempo récord. Y no nos podemos olvidar de las peculiaridades propias de cada idioma. Por ejemplo, en alemán el verbo suele ir al final de la frase, mientras que en español lo hace al principio. Para adaptarse a estas necesidades específicas se requiere gran capacidad de improvisación, así como pausas periódicas. Una vez finalizada la interpretación, lo siguiente es la revisión.
En vista de la enorme carga de trabajo, la cuantía del presupuesto está más que justificada, puesto que se calcula por día y no se aplican gastos adicionales por la preparación ni la revisión posterior.
Estaremos encantados de organizar por usted un servicio de interpretación profesional para gestiones administrativas, conferencias, etc.
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